Soriano es un departamento donde
el cooperativismo ha tenido un desarrollo muy importante pero a pesar de ello
se entiende que sigue observando algunas debilidades pese a que tiene
fortalezas muy importantes. La importancia de la información fue destacada por
el Director Ejecutivo de INACOOP, Instituto nacional de Cooperativismo, Danilo
Gutiérrez, quien agregó que existen programas, asistencias técnicas y otros
elementos que son de mucha ayuda y que en ocasiones se desconoce que existen.
Destacó por otra parte la iniciativa de la Junta de Soriano en llevar adelante
este encuentro que se desarrolló en Casa de la Cultura de Mercedes.
El Cooperativismo
Gutiérrez sostuvo que el
cooperativismo está muy ligado al territorio por naturaleza y por otra parte
hay un reconocimiento de que es un factor de desarrollo en las comunidades. La
importancia de la jornada, dijo, es que pudieron conocerse y saber qué hace
cada uno, con qué recursos, qué gestiones han realizado, cuáles son sus
proyectos y demás, y esto “pocas veces sucede”. Esta fue una gran oportunidad
porque hay distintas ramas y por ello no hay demasiado contacto sobre todo
porque en Soriano “no existe una mesa departamental de cooperativas y creo que
este es uno de los desafíos que tiene que tener el movimiento porque se dan las
condiciones para que ello suceda”.
Indicó que el Instituto Nacional
de Cooperativismo tiene apenas unos 10 años de creación, está en pleno
desarrollo y señaló que la manera de llegar al territorio fue a través de las
federaciones y de las confederaciones con sus propios programas. “El objetivo
era apoyarlas para que directamente trabajaran en distintos lugares y no
quedara como un Instituto montevideano y esa no era la idea”.
Inacoop
Existen muchos programas, informó
Gutiérrez a Crónicas, de presencia territorial y en Mercedes hay una
referente para los departamentos de Soriano, Río negro y Colonia que es la
Contadora Sofía Imas y tiene un despacho en la Intendencia, “o sea que tenemos
también ahí un contacto que no todos los departamentos lo tienen. Sólo cinco
cuentan con una situación similar y son además Montevideo, Canelones, Rocha,
Durazno, Soriano, que funcionan como sedes regionales”.
Expresó que es importante dar a
conocer los programas de apoyo y maneras de ayudar el fortalecimiento del
movimiento y fue lo que se hizo en la tarde anterior.
Manifestó que cuando surgió la
ley nacional de cooperativas en el 2008 había unas 1.120 en el país; en 2018 se
contaban unas 3.500. Los desarrollos han sido diferentes, el de vivienda
explotó, pasaron de 600 cooperativas a 2.000 y “ustedes lo viven acá”.
Habló que las cooperativas
sociales que no se conocían y que han ido apareciendo poco a poco, también han
crecido en número las de trabajo, “hay que fortalecerlas, para que crezcan en
calidad”.
En cuanto a las cooperativas
agrarias dijo que hay algunas que son históricas pero “también hay nuevos
movimientos, nuevas áreas de cooperativismo agrario que antes no se conocía
como la cadena de producción de cerdos, la de producción fasoneros de pollos;
algunas cooperativas apícolas como la San Antonio de Canelones, y las ligadas
al Instituto Nacional de Colonización-explotación colectiva de predios de
colonización, manifestaciones nuevas de cooperativismo agrario. Después están
las más tradicionales como consumo, de ahorro y crédito que a veces más que
cantidad de cooperativas lo que mantienen es un número muy alto de socios. En
definitiva hay unas cuantas ramas que han venido creciendo muy fuertemente”.
Los desafíos
El representante del Instituto
reconoció que hay muchos desafíos porque cuando se crece se hace necesario el
apoyo de profesionales, más proximidad de la Universidad, más investigación,
más asistencia técnica, fuentes de financiamiento porque al principio las cosas
no son fáciles.
En concreto lo que acontece es
que el crecimiento cooperativo presenta otros nuevos y grandes desafíos.
Recalcó que la ley general de
cooperativas ha sido “un trampolín muy importante porque antes estaba legislado
por separado, vinculadas a distintos Ministerios, a veces se impulsaba una rama
pero no la otra, entonces, la propia existencia del Instituto Nacional permite
un diálogo más directo, con el propio movimiento que además tiene miembros en
la dirección; que es mixta, ya que tiene delegados del Poder Ejecutivo y
delegados de la Confederación de Cooperativas, y con el resto del Estado”.
Mencionó que hay programas
comunes con el Ministerio de Industrias, con el Ministerio de Desarrollo
Social, con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, e Instituto
Nacional de Colonización.
Se pretende articular de manera
que no sea “el esfuerzo propio del Instituto e individual porque con ello no
llegamos muy lejos. Las políticas públicas nacionales y en territorio las
locales se potencian con la presencia del sector cooperativo y ahora con otras
manifestaciones de la economía social que también es un desafío de crecimiento
que se está estudiando”.
El Futuro
Con relación al futuro y lo que
este plantea, Gutiérrez significó que Inacoop está dentro de las agencias que
forman Transforma Uruguay, programa de la transformación productiva del país y
ahí hay que hablar de varias cosas, señaló.
Explicó que “lo tradicional de
las cooperativas es que dan respuesta a necesidades sentidas de parte de la
población que no encuentran en el mercado, alternativas a su alcance dado que a
veces existen “pero son caras”.
Añadió que esto lo que produce en general es que “las
cooperativas se crean de manera ofensiva, digamos, cuando en este momento el
mundo va caminando a pasos agigantados. Por lo tanto tenemos que pensar en
cómo se ponen al frente porque en ocasiones se necesitan inversiones
importantes que la gente no tiene”, concluyó.